AUTOR: Susana Rubio.
PUNTUACIÓN: 5 de 5.
NÚMERO DE PÁGINAS: 413.
EDITORIAL: Penguin Random House.
GÉNERO: Literatura juvenil.
FECHA DE PUBLICACIÓN ORIGINAL: 6 de febrero de 2020.
SINOPSIS:
Andrea es la señorita prudencia, ella mismo lo dice. No
le gustan las aventuras, el peligro y mucho menos el sexo sin sentimientos de
por medio.
Víctor es el descaro personificado, o sea, todo lo
contrario. Es divertido, bromista y demasiado guapo según nuestra protagonista.
Parece que entre ellos surge una fuerte conexión pero los
astros no se han alineado correctamente y una serie de fortuitos (y no tan
fortuitos) sucesos impiden que Andrea y Víctor disfruten de su historia de...
¿Amor?
OPINIÓN PERSONAL:
¡Hola! Hoy os traigo la reseña de
“Tengo un Whatsapp” de Susana Rubio, y solo decir que me ha encantado y me ha
mantenido enganchada desde la primera página.
Nuestra protagonista Andrea se va
a Briston cinco meses, aunque tiene ganas de volver a Madrid para ver a sus
amigos, estar en Inglaterra le ha venido bien para muchas cosas (perfeccionar
su inglés; conocer a un chico llamado John; no escuchar las continuas quejas de
su madre; decidirse a hacerse un tatuaje y olvidarse de Marco…)
John alquilo a Andrea una
habitación en su apartamento, y la ayudo a buscar trabajo, durante esos últimos
meses fue profesora de español en una academia (aunque ella tiene la carrera de
ADE), durante esos meses trabajar como profesora le había gustado mucho.
Andrea cuando vuelve a Madrid se
independiza con su mejor amiga Noe, alquilan juntas un piso en el barrio
Salamanca, en una buena zona con un alquiler bastante asequible, el único requisito
que les pusieron es que no podían subir a chicos.
Nada más llegar va a una
entrevista de trabajo (la cual sale bastante bien), tan bien que esa misma
tarde la llama Alex (uno de los jefes) para decirla que ha conseguido el
trabajo, para “celebrarlo” sale con sus amigos, una vez allí se encuentran con
Marco y Nerea (exnovio y examiga de Andrea), los cuales se liaron, y
traicionaron a Andrea. Como es lógico ella se siente dolida con la que se
supone que tenía una amistad.
Ese fin de semana va a hacerse un
tatuaje, y al salir se queda prendada de un chico (cosa que es correspondida ya
que a él también le gusta). Esa misma tarde él le escribe un Whatsapp (y aquí es
cuando yo ya empiezo a shippear máximo esta pareja),
El chico que se llama Víctor
resulta ser uno de sus jefes, cuando se vuelven a ver cara a cara Andrea flipa
en colores porque no se lo esperaba para nada, su otro jefe Alex es el mejor
amigo e Víctor y ambos son compañeros de piso. A estos dos se les nota la atracción
que sienten hacia a Andrea, aunque Alex la niega constantemente.
Víctor es un personaje que en
poco tiempo me ha conquistado por su personalidad, aunque dentro de la oficina
es más serio, fuera es todo lo contrario, y ese rifi-rafe que mantiene con
Andrea por Whatsapp es lo más.
Andrea y Noe van a celebrar una “fiesta
de inauguración” en su casa y Víctor consigue picarla lo suficiente como para
que le invite, Andrea piensa que él no va a asistir, pero se equivoca ya que
Víctor acaba apareciendo, y ella se queda un poco en Shock por su atrevimiento.
Él se da cuenta de que le pica un
poco el tatuaje y se ofrece a acompañarla para limpiárselo y cambiarse el film,
ella acepta y en el pasillo después de un pequeño susto él le da un beso (algo
muy light, pero muy bonito), y ella se queda un poco en Shock. Cuando llegan al
baño él le enseña el principio de muchos tatuajes, los cuales empiezan en el
brazo y van subiendo por el hombro hasta llegar al pecho (Víctor empezó a
tatuarse a los dieciocho años).
Víctor la escribe para tener una
cita y ella acepta, el día que van a tener la cita aparece John para darla una
sorpresa (y tan sorpresa que es), John, Noe, Gina (la novia de Noe) y Andrea están
en una cafetería cuando se encuentran con Víctor y Alex, esta escena me resulto
muy cómica por la situación de John y Víctor (parecía una especie de competición)
y entre este último y Andrea saltan las chispas.
La primera cita de Andrea y
Víctor sin palabras, el principio de la cita es como súper idílica, él la lleva
a un restaurante en Madrid, en el cual trabaja uno de los mejores chefs del
momento, Gonzalo (que es el chef) y Víctor van juntos al gimnasio y son amigos.
Víctor la lleva porque sabe que a
ella le gusta cocinar (y la cocina en general), como he dicho antes el
principio de la cita es idílico, pero las cosas se van torciendo cuando se van
a un local de salsa donde están el resto de sus amigos, en un momento dado John
le da un pico a Andrea (porque el primero confunde un poco sus sentimientos), y
Víctor se encuentra con su ex Tania, asique ambos piensan mal el uno del otro,
y tienen un ataque de celos.
Andrea y Víctor acaban superando
ese pequeño bache, al salir del trabajo van a una cafetería al lado de la casa
de Andrea, y ella le acaba invitando a subir a su casa, donde dan rienda suelta
a la pasión.
En un momento de la tarde Laia
(la hermana de Andrea) y su madre aparecen en su casa, su madre que es una imbécil
e hipócrita de cuidado, le da la dirección de la casa de Andrea a Marco (ya que
quiere que estos dos vuelvan, cosa que yo no entiendo que una madre quiera a
alguien como Marco para su hija), y como Marco quiere volver (por cuestiones económicas)
con Andrea se planta en su casa, él afirma que cometió un error y que sigue
enamorado de ella (cosa que no me creo, si en algún momento estuvo enamorado de
ella, no le hubiese puesto los cuernos, vamos no sé, digo yo). En el pasado, Andrea
fumaba, bebía y se drogaba.
No me gustan los mensaje
amenazadores que recibe Andrea, ni que Víctor se acueste con otra cuando se
enfadan (que vale no son novios, pero joder ambos sienten cosas el uno por el
otro, y a mi parecer no es solo atracción si no que ya pasa a ser algo más…).
Después de que Andrea se enterase
que Víctor a estado con otra, sale a tomar algo con su compañera de trabajo
Sara, allí se encuentra con él y le acompaña a hacerse un tatuaje, y ella (que
yo creo que anda algo perjudicada por el alcohol), decide hacerse el mismo
tatuaje que él.
El momento en el que Víctor le
propone salir juntos formalmente, hay él me parece súper tierno, después de
unos meses idílicos de relación, Andrea recibe una llamada en la que le dicen
que John ha sufrido un ictus, cuando se lo cuenta a Víctor, este le ayuda a
conseguir un vuelo para ver a su amigo.
Al volver a Madrid, todo empieza
a ir mal, encuentra a Víctor en la cama con otra y como es lógico se imagina lo
peor.
Después de unas semanas dolida
por lo ocurrido, Alex le tira los tejos a Andrea y como no, ella le rechaza, ya
que es el mejor amigo del hombre del cual está enamorada.
Al final todo es un plan de Alex
y Marco para separar a la pareja (ambos quieren estar con Andrea, Marco sobre
todo por su dinero).
Drogaron a Víctor y metieron a
una chica (a la que pagaron) desnuda en su cama, a todo esto mandaron un mensaje
a Andrea para que lo viese, días más tarde Alex se le insinúa y ella le
rechaza, a modo venganza él le cuenta a Víctor que ella era la que se le
insinuaba.
Por otro lado Andrea descubre que
quien le mandaba los mensajes amenazadores era en realidad Marco, mira su móvil
y descubre tanto los mensajes como el plan que tenía con Alex.
El epilogo me parece maravilloso,
el final de esta pareja es un final de cuento, en el que se nota el amor que
sienten el uno por el otro, tienen una hija llamada Noelia (a la que llaman
Nelly) y se casan, el día de la boda Víctor recibe un mensaje de Alex en el que
él se disculpa por todo, y le confiesa que está en tratamiento psicológico,
aunque he tenido amor-odio por Alex, tengo que reconocer que en el epilogo con
el mensaje me ha dado bastante pena y me encantaría saber que es de el en otro
libro.
Sin duda “Tengo un WhatsApp”, lo
recomiendo un montón es de esos libros que no puedes soltar y te desvelan hasta
que no lo terminas, lo he disfrutado mogollón y sin duda voy a seguir leyendo a
la autora, porque tiene una pluma maravillosa.
1 comentario:
Hola! No paro de leer buenas opiniones sobre el libro! Así que espero leerlo muy pronto! Besos y gracias por tu reseña!😊😊😊
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