Reseña: Todo lo que nunca fuimos - Alice Kellen.

TÍTULO: Todo lo que nunca fuimos.

AUTOR: Alice Kellen.

PUNTUACIÓN: 5 de 5 estrellas.

NÚMERO DE PÁGINAS: 352 páginas.

EDITORIAL: Planeta.

GÉNERO: Ficción / romántico.

FECHA DE PUBLICACIÓN ORIGINAL: 5 de febrero de 2019.

SINOPSIS:

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.

Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.

Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.

Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.

Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

OPINIÓN PERSONAL:

¡INCREIBLE! Esa es la palabra que tengo para describir este libro, era el libro que más ganas tenía de leer desde que la autora Alice Kellen dijo que iba a sacar nueva bilogía y que puedo decir si la forma de escribir de esta autora siempre me enamora, tiene una facilidad para transmitir que me encanta, y sin duda sus libros no te dejan para nada indiferente.

Bien hablando de este libro en concreto nos cuenta la historia de Axel y Leah (CUIDADO CON POSIBLES SPOILERS), la relación que les une es la amistad de Axel con el hermano mayor de Leah, Oliver.

Tras el trágico accidente de los padres de Oliver y Leah, en el cual pierden la vida, Oliver se ve obligado a dejar muchas cosas atrás e interesarse por el bienestar de su hermana pequeña, aceptando un trabajo que odia para que su hermana pueda tener un futuro.

Es verdad que había momentos (sobre todo tirando al final del libro) en los que me daban ganas de meterme en la historia y decirle a Oliver unas cuantas cosas, tanto buenas como malas, es un personaje que me parece encantador y tierno, pero que a veces se pasa de sobreprotector con Leah.

Oliver tiene que aceptar un traslado a Sídney, porque el aumento en el sueldo es bastante bueno, pero el único problema es que no puede dejar sola a Leah después del suceso tan traumático que han vivido, en el contrato de trabajo le informan de que puede volver a su casa en Byron Bay una semana a final de cada mes, y que su estancia en Sídney solo será un año. Oliver le pide a su mejor amigo Axel que se quede con Leah durante las tres semanas que él está fuera porque Leah no puede ir con él.

Así es como poco a poco Axel y Leah se van enamorando.

La diferencia de edad entre los personajes (10 años), la verdad es que no es para nada un problema, bajo mi punto de vista Leah (con 19 años) es más fuerte y madura que muchas personas con esa edad, y su evolución dentro de la historia es increíble, como deja esa espiral de tonos grises en los que se ha sumido su vida y poco a poco va dando trazos de color en su vida gracias a Axel.

Por otro lado la vida tranquila de Axel, sus rutinas y su té antes de dormir me parece algo especial y bonito, dentro del caos que parece rodear la cabeza de Leah.

Es verdad que había momentos en los que Axel se pasaba con la tensión y la presión a la que sometía a Leah, bajo mi punto de vista a pesar de pasarlo mal eran momentos necesarios, aunque a veces fuese insensible o demasiado directo diciéndole las cosas, surte el efecto deseado, que Leah vaya saliendo poco a poco del caparazón en el que se ha encerrado.

La pasión que tiene Leah por pintar es algo que hace que el libro sea aún más bonito, la conexión que ambos (tanto Leah como Axel), sienten por la pintura es algo que emociona.

Por otro lado esta Blair (un personaje secundario maravilloso), Blair era la mejor amiga de Leah antes del accidente. Cuando Leah se encierra en su espiral de grises y se aísla del resto del mundo Blair intenta hablar con ella, o por lo menos ayudarla, estar con ella aunque sea en silencio tomando un café, es la clase de amiga que todo el mundo necesita, la clase de amiga que no te deja de lado a pesar de que tú te distancies, su sinceridad y su lealtad hacia Leah es alucinante.

El final de este libro es desgarrador y sin duda te deja con ganas de seguir leyendo la siguiente parte.

Todo lo que nunca fuimos no me ha durado ni 24 horas, es un libro ágil, precioso y INCREIBLE, como he dicho al principio, sin duda lo recomiendo 100% y más ahora que empieza el verano, este libro te transporta al mar, a las ganas de aprender algo nuevo, te inspira a no rendirte y sobre todo a disfrutar de lo que tienes.